Los asesores y profesionales que forman el equipo humano de nuestra empresa, de Total Led, a diario se encuentran ante clientes que desconocen en gran medida el mundo de la iluminación led. Eso supone, entre otras muchas cosas, que estos se vean en la necesidad de realizar a nuestros trabajadores una gran variedad de preguntas sobre la misma.
La variedad de diodos de luz que existen, dónde y cómo instalarlos, las ventajas que traen consigo o cómo elegir el modelo más adecuado son algunas de esas cuestiones que más preocupan a los clientes. No obstante, a todas ellas se suma otra que se ha convertido en una de las más frecuentes: ¿cuánto dura un led?
Duración de un led
Pues bien, en ese caso, los asesores de nuestra empresa lo que hacen es darles a conocer varias cuestiones que les darán la sencilla respuesta:
- Los led cuentan con una vida útil mucha más duradera que la de cualquier dispositivo lumínico tradicional, como puede ser una simple bombilla, un halógeno o un fluorescente.
- En concreto, lo estudios y análisis llevados a cabo vienen a determinar que un diodo puede tener hasta cinco y seis veces más vida que sus antecesores.
Partiendo de esos dos pilares, nos encontramos con un ejemplo que viene a matizar aún más la respuesta que se le puede dar a la pregunta que nos ocupa. En el caso concreto, de un tubo led se establece que este puede llegar a estar funcionando sin ningún tipo de problemas hasta alcanzar e incluso superar las 60.000 horas. En el lado opuesto, estaría el tubo fluorescente de toda la vida que no llega a las 10.000 horas.
Asimismo no hay que olvidarse tampoco de que los downlight led o los paneles led son capaces de ofrecer una durabilidad de 50.000 horas, una cifra que supera enormemente la de sus antecesores.
Por este motivo, los clientes de Total Led se dan cuenta de uno de los motivos más importantes de que en los últimos años haya aumentado con creces la solicitud e instalación de los diodos de luz en viviendas particulares, oficinas, tiendas de alimentación, edificios públicos, monumentos, vías públicas, entidades bancarias, establecimientos de restauración…
No obstante, no hay que olvidar tampoco que aquellos ofrecen una reducción de hasta el 80% en gasto energético, una luz directa y sin parpadeos, una sencilla colocación, un mínimo mantenimiento e incluso la posibilidad de reducir las emisiones de CO2 que se lanzan a la atmósfera.
